Me acuerdo del primer chico que me gustó. Le decían Fonchi y tenía cinco años. Yo tenía cuatro. Si te portabas mal en el jardín te llevaban a la salita de Miss Annie. La misma salita en la que estaba Fonchi. Mis papás recibían llamadas constantes de la directora del jardín preocupada por mi "mala conducta".  Catorce años después Fonchi y las malas conductas