Algún día

Es posible que algún día elija renunciar a la rutina de oficina, y prefiera el fondo de pantalla con la foto del mar hecho realidad, abriendo la ventana con la primera luz del día. Es posible que algún día regale todo mi armario de vestidos y lentejuelas a mis amigas, y me quede solamente con un short de jean, un par de remeras y mis sandalias parisinas. Es posible que algún día corte en pedacitos mis tarjetas de crédito, y los entierre en la arena junto con las cuotas sin interés y los resúmenes de cuenta. Es posible que algún día, desde la cubierta de un barco mediterráneo se me escape de las manos el celular, y se lo regale entero, sin culpas, al fondo del mar. Es posible que algún día me despida del cemento porteño, de los ruidos de la ciudad y me despierte mirando otro cielo, amaneciendo en la naturaleza en otro lugar. Es posible que algún día desconozca sobre las noticias, la política, la moda, las estadísticas y sólo comparta con mi espíritu hojas de literatura, novelas, buena música y poesía. Es posible que algún día ya no necesite todo lo que la sociedad me exige, y viva de cosas simples, escuchando solamente lo que mi voz interior me pide. Es posible que algún día tenga ganas de que sea ese día.