Hermana mía,
raíces caprichosas.
La sangre es la misma,
las venas, otras.
Vos en Kenya,
yo en Argentina.
Tus calles son de tierra,
las mías son de mentira.
Tu amanecer es el sol,
el agua fresca y el calor.
El mío es el ruido,
del otoño partido y el despertador.
No existe el tiempo
en tu cielo africano;
el reloj porteño respira
apurado y sin descanso.
Tus manos escriben con tiza
el pizarrón gastado.
Las mías escriben cada día,
los renglones de papeles en blanco.
Hermana mía,
raíces caprichosas.
Respiramos la misma luna,
vivimos distintas cosas.
que hermoso sofi! casi q se me cae una lagrima!
ResponderEliminarque lindo ver cuanto admiras/queres a tu hermana!
:) te mando desde aca un abrazo con calorcito y sol!!!!! con aire del lindo, fresco y tranquilo, ese de verano. gracias siempre por cada una de tus palabras! beso enorme desde lejos, pero siempre juntas.
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